Este escultor estadounidense
trabaja con escenarios en miniatura. Recrea sus obras en una escala de 1:87 o 1:43 y se caracteriza por esculpir
escenas de catástrofes.
La casa fue la piedra angular de
la cultura americana de la sociedad del bienestar y, para Thomas Doyle, el motivo principal de su trabajo.
Mediante estas pequeñas
representaciones nos presenta las clásicas casitas adosadas americanas. Pero,
aunque el caos rodea toda la escena, el peligro y la nostalgia… parece que las
caras de las figuras revelan pocas emociones. Las familias siguen con su rutina
diaria, sin darse cuenta de lo que acontece alrededor, que está a punto de
derrumbarse...
Se trata de una clara metáfora de
la precaria situación que ha acarreado esa obsesión por equiparar la propiedad
inmobiliaria con la "familia feliz".
Estas esculturas estuvieron en la
exposición 'Soñadores americanos: la realidad y la imaginación en el arte
americano contemporáneo " en Italia (Florencia) en 2012.
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