Inspirado por la masa de los
objetos que flotan en el océano, los productos derivados del petróleo y su industria,
el artista Gilles Cenazandotti se
dedica a llenar bolsas de desechos de plástico que el mar ha dejado en la
tierra y los convierte en obras de arte.
Encendedores, chanclas, tubos de
crema solar y todos los productos de nuestra cultura de usar y tirar se
transforman en un bestiario de animales de desecho reciclados.
Cada pieza tiene un aspecto
realista. Les toma la fotografía en su entorno natural y, desde lejos, las
esculturas parecen de verdad. La elección de los animales es muy simple: se
trata de especies en peligro de extinción.
Evidentemente, es una crítica
contra el consumo excesivo y sus efectos en el mundo animal.
Saludos desde Loquierolocompro.com
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