Estas creaciones se han
desarrollado dentro de tubo de ensayo. Se trata de una mezcla de productos químicos
que da como resultado estas espectaculares flores microscópicas.
Aunque parezcan jardines de
flores exóticas o campos de corales en el agua, estas formaciones tan hermosas
han “germinado” en un laboratorio. Fueron construidas alterando ciertos ingredientes
químicos de una solución, conformada por agua, cloruro de bario y silicato de
sodio, recoge la revista Wired.
Estas formaciones surgen a partir
de un proceso químico que comienza cuando el dióxido de carbono del aire se
disuelve en el agua. Se manipulan los gradientes químicos en el vaso de
precipitados con el fin de controlar el comportamiento de crecimiento de los
cristales y se crea estructuras
adaptadas con precisión. Así nace este campo de diminutas flores de cristal.
Aunque las reacciones de las que
resultan estas formaciones suceden de forma espontánea, es posible manipular
las condiciones de la reacción y “esculpir” las formas mientras están
creciendo. Así por ejemplo, el dióxido de carbono más disuelto en la solución
llevará a “flores” con hojas más amplias, mientras que revertir el pH en
intervalos concretos tiene como resultado pliegues curvos…
Esta creación es obra del equipo
liderado por el científico Wim Noorduin, que comenta: “Por al menos 200 años, las personas se han sentido intrigadas por cómo
las formas complejas han evolucionado en la naturaleza. Este trabajo demuestra
que eso es posible solo a través de cambios químicos en el ambiente”.
En Loquierolocompro.com nos ha
encantado este jardín tan original. ¿Y a
vosotros?
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