Confeccionada en aluminio, los
peldaños de esta escalera se van reduciendo proporcionalmente hasta llegar al
último que apenas tiene un par de centímetros de ancho. Es la escalera
infinita, obra de David McCracken.
Esta escultura tiene nueve metros
y medio de longitud y casi cinco de altura, pero parece un camino infinito que
pretende alcanzar el cielo.
Esta escalera surrealista está
realizada con una comprensión magistral de la perspectiva, que se ha construido
variando el tamaño a medida que se acerca a su punto más alto, y más lejos a nivel del ojo, creando esa
sensación de que es interminable
La pieza se
realizó para la edición 2013 del festival anual, Sculpture by the Sea, en Australia.
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