Las fotografías
de esta artista tienen un toque surrealista, pero sin olvidar la elegancia y la
técnica. Son escenas mágicas, casi siempre con protagonistas femeninas, moviéndose
sutilmente en una variedad de escenarios y paisajes que parecen de otro mundo.
De niña, Kylli Sparrek estuvo entrenando para
ser bailarina de ballet profesional. A pesar de su amor por el baile, se dio cuenta
que eso no era para ella y su arte lo volcó en la fotografía. Influida por toda
esta experiencia, sus trabajos mantienen la belleza de un baile congelado
inmerso en una escena que sale de su imaginación, jugando con la ilusión y el
surrealismo.
Las fotos que
consigue tras manipularlas son extrañas y delicadas; consigue llevarte a otro
paisaje distinto, más mágico, más sutil…
Esperamos que os
haya gustado.
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