Esta innovadora forma de propulsión ha sido desarrollada por el diseñador industrial Dean Benstead’s en su proyecto O2 Pursuit. Se trata de una investigación para convertir el aire en una alternativa al combustible tradicional. El prototipo construido se alimenta de aire comprimido para así impulsarla a una velocidad de hasta 140 km/h y con una sorprendente autonomía de hasta 100 kilómetros en una sola bombona de aire. El actual prototipo está montado en el chasis de una Yamaha WR250 y utiliza un tanque de submarinismo como suministrador.
Una pasada ecológica, limpia y divertida… ¿Se puede pedir mas?
via: Te Inspira
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